Senderismo
Paisajes, colores, mar y montaña, gastronomía y cultura convierten esta comarca en una tierra absolutamente seductora. ¡Ven al Alto Ampurdán y déjate fascinar por el Pirineo más mediterráneo!
Disfruta del bonito entorno y de las actividades que te proponemos desde el Hotel Tramuntana.
Paisajes, colores, mar y montaña, gastronomía y cultura convierten esta comarca en una tierra absolutamente seductora. ¡Ven al Alto Ampurdán y déjate fascinar por el Pirineo más mediterráneo!
El Empordà, esta gran llanura rodeada de montañas, es ideal para la realización de rutas cicloturísticas destinadas a todos los públicos. Podremos disfrutar de todos aquellos rincones y paisajes magníficos que nos ofrece esta comarca. Esta ruta nos llevará al punto de inicio de diferentes rutas cicloturísticas señalizadas que nos llevarán a descubrir el Empordà más rural.
La Transpirenaica es la ruta que une los 800 km que separan los mares Cantábrico y Mediterráneo atravesando los Pirineos por el sur. Se encuentra en el top 10 de las mejores rutas de aventura en moto del mundo. Aquí puedes ver las recomendaciones para recorrer la transpirenaica en moto, lo que tiene algunas peculiaridades respecto a hacerlo en otros medios de transporte. Durante el viaje te encontrarás con algunas de las reservas naturales más espectaculares de Europa. También te toparás con lugares históricos, senderos pintorescos donde podrás hacer fotos de ensueño y, sobre todo, unas montañas y unos bosques increíbles.
El Museo Memorial del Exilio (MUME) es un espacio para la memoria, la historia y la reflexión crítica. Es un centro de interpretación que recuerda los exilios provocados por la Guerra Civil en España y en Cataluña. Sobre todo el exilio de los vencidos en aquella contienda indisolublemente ligada a la Europa del ascenso de los totalitarismos y que fue el preludio de la Segunda Guerra Mundial. Muchos de los hombres y mujeres exiliados en 1939 continuaron luchando por la libertad desde las filas de la Resistencia francesa y también desde otros frentes de guerra de la Europa ocupada por el fascismo. Sin embargo, unos cuantos miles fueron enviados a los campos de concentración nazis en un viaje que, para la mayoría, fue sólo de ida. Otros regresaron, de grado o por fuerza, a la España de Franco donde sufrieron persecución, prisión y muerte y, todos ellos, la tortura del silencio impuesto, del exilio interior. Muchos de ellos tuvieron que buscar asilo a miles de kilómetros, en tierras europeas, americanas o africanas.